El origen del Día Internacional para Erradicar la Pobreza lo encontramos en 1987 en París, ciudad donde tuvo lugar la firma de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948).  Más de cien mil personas se congregaron para homenajear a las víctimas de la pobreza extrema, el hambre y la violencia, violaciones todas ellas de los derechos humanos.

Actualmente, la erradicación de la pobreza en todas sus formas es el 1º de los objetivos de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible y protagonista del Tercer Decenio de las Naciones Unidas para la Erradicación de la Pobreza (2018-2027). La COVID-19 ha supuesto un fuerte varapalo también para este objetivo, pues se estima que la población en situación de pobreza aumentará por primera vez desde 1990, siendo la previsión más extrema el aumento en 420-580 millones de personas.

En nuestro país, para intentar paliar la difícil situación económica que la pandemia ha originado, y como protección específica de los sectores más vulnerables en ese sentido, a petición del Gobierno que encabeza Pedro Sánchez, se aprobó a finales de mayo el Ingreso Mínimo Vital (IMV), “diseñado de manera precisa para erradicar la pobreza extrema y poner el énfasis en aquellos hogares con mayor vulnerabilidad”.  Este nuevo complemento del Estado del Bienestar cumple una doble función, puesto que además de luchar contra la pobreza también contribuye a una mayor y mejor inclusión social, y se prevé que alcanzará más de medio millón de hogares para finales de año.

Por otro lado, resulta también fundamental luchar por la erradicación de la pobreza a través de la asistencia y ayudas a las personas refugiadas que cada año llegan a nuestro país. Atender a aquellos que huyen de la guerra o la pobreza resulta una prioridad para nuestro país, como demuestran los miles de permisos de residencias por razones humanitarias concedidos.

La desigualdad generada en nuestro país por una redistribución injusta de la riqueza es uno de los principales lastres de nuestra sociedad, al que se intenta hacer frente con medidas como esta, el IMV. Hoy día podemos hablar también del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía española como base sobre la que se seguirán desarrollando políticas que combatan la pobreza en nuestra país, ya que las inversiones que dicho plan pretende hacer van más allá de la renovación de infraestructuras, la transición ecológica o la digitalización de la Administración. El verdadero objetivo del Plan de Recuperación no es otro que combatir las desigualdades en todos los niveles de nuestra vida, ya sean económicos, por motivos de género, los generados por el entorno en el que vivimos, etc.

Hoy, 17 de octubre de 2020, las Juventudes Socialistas de España tenemos más claro que nunca que Erradicar la Pobreza es un objetivo común. 

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