En el 41 aniversario de la Constitución, desde Juventudes Socialistas de España reconocen a la misma como garante de los derechos y libertades de los que todos hemos gozado durante la Democracia, así como artífice del progreso colectivo del país a lo largo de las últimas décadas. Asimismo, desde la organización juvenil socialista creen “oportuna” una reforma de la Carta Magna para “poder adaptarla a la realidad social existente y responder a las nuevas necesidades sociales que han surgido en los últimos años”, tal como apunta Omar Anguita, Secretario General de JSE.
Entienden los jóvenes socialistas que este proceso de reforma requerirá “mucha responsabilidad y mucha altura de miras” para conseguir los consensos imprescindibles que validen un buen resultado final. En este sentido, desde JSE apuestan por una reforma que refuerce el carácter social de nuestro país, ampliando los derechos sociales que tengan la consideración de Derechos Fundamentales, muy especialmente, la sanidad, la seguridad social, la negociación colectiva en las relaciones laborales, o la función social de la vivienda.
Así mismo, consideran que en la reforma también sería necesario avanzar hacia un Estado Laico, respetando la libertad religiosa y de culto, pero derogando los acuerdos con la Santa Sede y eliminando las referencias a confesiones concretas dentro de la Constitución.
El tercer eje, consistiría en lograr un modelo Federal como modelo de organización territorial del Estado, ya que entienden que es el modelo “plural y descentralizado, democrático y que defiende la diversidad”, en donde se hace compatible la representación de las “identidades diferenciadas dentro de España mediante el reconocimiento de sus singularidades”, con el “compromiso colectivo con el proyecto común, basado en la igualdad de derechos y obligaciones de todos los españoles vivan donde vivan”, ha manifestado Ares Fernández Lombardo, Secretario de Dinamización Territorial de JSE.
Y el último eje representaría una “mejora de la calidad democrática de nuestro Estado y sus instituciones”, en el contexto de una adecuación de la articulación de España con la UE, con el objetivo de “hacer realidad una Europa unida en su diversidad” así como un reforzamiento de los lazos de España con los países hermanos de Iberoamérica.
Finaliza Fernández Lombardo afirmando que “la mejor manera de celebrar todo lo positivo que la etapa democrática nos ha dado, es ser audaces y reformar nuestra Carta Magna, para reconstruir esos puentes que el inmovilismo, la falta de diálogo y la extrema derecha, han tratado de destruir”.
